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Entrevista a Javier Pérez Walias

Los alumnos Alejandra Oliva Redondo y Óscar Enciso Manzano realizaron la siguiente entrevista al poeta Javier Pérez Walias con ocasión de la lectura que realizó en el centro dentro de las actividades organizadas por el Aula de Literatura Gabriel y Galán.

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Lo primero muchas gracias por haber venido aquí a hablarnos y nos preguntábamos… ¿cuándo a empezaste a escribir y cuál fue la motivación que te llevo a meterte en el mundo de la literatura?
 
Bien, muchísimas gracias a vosotros por vuestro trabajo, por el trabajo que habéis realizado el clase y por la acogida tan espléndida que me habéis proporcionado. En cuanto a tu pregunta, yo creo que es empieza a escribir como casi la mayoría diríamos, sobre todo cuando se trata de poesía. Yo empecé a escribir cuando estudiaba como vosotros, ya os digo, estudiaba en el instituto Gabriel y Galán. Los primeros poemas eran una mezcla de preocupación propia de la juventud como puede ser el tema amoroso pero también preocupación en cierta medida por los cambios que se estaban produciendo, a nivel social y político, en nuestro país, estamos hablando de
finales de los años 70 y principios de los 80. Luego me incorporo a la universidad, a la facultad de Filosofía y Letras de Cáceres para estudiar Filología y allí ya encuentro otros compañeros que también escriben y empieza a gestarse si no un grupo sí por lo menos un conjunto de estudiantes, de universitarios, que tenemos unos intereses comunes que empezamos a escribir y a publicar.

 

Has nombrado que eran los sentimientos eran los que te llevan a iniciarte en la literatura y nos gustaría saber qué sentimientos suelen predominar cuando vas a escribir un nuevo poema, es decir, cuáles te llevan a iniciar un nuevo texto.
 
El proceso de la escritura es complejo y yo creo que cada poeta o cada escritor, como se suele decir: cada maestrillo tiene su librillo. Yo me dejo guiar mucho por la intuición, de hecho yo en más de una ocasión he dicho que mi poesía en un principio es intuitiva. A partir de ahí cualquier acontecimiento, cualquier experiencia, que se pueda considerar como que carece de importancia, puede dar pie a un poema. A mí me interesa mucho todo lo que tiene que ver con el paisaje, todo lo que tiene que ver por ejemplo con temas importantes como pueden ser las relaciones personales o la muerte, pero siempre buscando unos símbolos. Por ejemplo, los símbolos que aparecen con mayor frecuencia son el símbolo de la luz, del pájaro, por ejemplo el río, es decir, símbolos que vertebran casi todos mis poemas y casi todos mis libros. Luego por otra parte, a partir de ahí lo que aparece es algo que te asombra, es como un fogonazo, y a partir de ese fogonazo que puede ser simplemente una anotación, pues se va construyendo todo un poema, y a partir de ese poema otro y al final pues acaba generalmente convirtiéndose en un libro estructurado y ya hecho.
 
Al releer tus poemas, ¿cuáles son los sentimientos que predominan en ti? ¿Lo haces de forma crítica como si fuera de otro autor o piensas más bien en lo subjetivo que te llevó a escribir ese poema, lo que sentiste al escribirlo o la etapa de tu vida que estabas pasando?
 
Depende, yo creo, del momento y las circunstancias. Es decir, de la misma manera que cualquier lector que se acerque a la poesía, en la recepción va a influir mucho cuál es su estado de ánimo o cuál es su situación, a partir de ahí yo creo que al poeta relee sus textos le ocurre lo mismo. Hay una salvedad, y es que para qué se relea un texto. Si un texto por ejemplo se relee para publicarlo de nuevo uno puede hacer algunos cambios, algunos ajustes, porque intuitivamente el poema lo pide. Yo generalmente leo mis poemas para eso, cuando se van a publicar de nuevo. Si cae en tus manos un libro o estas revisando alguna cosa, la sensación es siempre de
búsqueda, es decir, ese texto quedó así y está bien o no, es decir, te está pidiendo alguna transformación. Separa lector de autor, poeta de lector, es muy complicado, hay que tener a ello. Lo que es verdad que sucede es que cuando esa lectura se produce más alejada en el tiempo del tiempo de la escritura da la sensación de que uno sí puede estar más alejado del propio poema.
 
Entonces si tú estás releyendo un poema tuyo que ya ha sido publicado y por ejemplo encuentras un fallo, ¿crees que conviene corregirlo o forma parte de la esencia del poema?
 
Primero, puede haber errores, pero las correcciones no están tanto en corregir errores como en matizar, es decir, como en conseguir que ese poema acabe diciendo realmente lo que tu intuyes que quiere decir, que no tiene nada que ver o puede tener o no que ver con lo que el lector entiende o asimila luego.
 
Tienes varios libros publicados que has ido escribiendo a lo largo de tu trayectoria, ¿crees que a partir de esos libros se pueden ver las etapas de tu vida por las que has ido pasando?
 
Sí, yo creo que sí, es decir, no tanto las etapas de mi vida como determinados momentos cruciales que van marcando realmente cómo confeccionamos o cómo vamos configurando nuestra conciencia, y vamos configurando nuestra forma de ser y nuestra forma de pensar y eso aparece en los poemas. Además es un camino de ida y vuelta, uno escribe los poemas pero la poesía es conocimiento y te ayuda a conocerte a ti mismo pero también te ayuda a conocer a los demás. No solamente es que al escribir los textos yo entienda que van evolucionando y que forman parte de mi forma de vivir, sino que me van mostrando también el camino por el que yo debo conducirme. Aunque es verdad que determinadas circunstancias puntuales y momentos de la vida son los que realmente marcan determinados libros.
 

¿Piensas que las redes sociales deterioran o enriquecen el lenguaje?

Existen dos diferencias: el léxico propio de las redes sociales, que puede servir igual que otro tipo de lenguaje para la creación de textos, y la otra sería que dada la facilidad de subir poemas a las redes, todo el mundo se puede considerar buen escritor o poeta. Yo creo que no todo vale […] hay que ser más crítico y tener una serie de fundamentos, tanto literarios como poéticos, haciendo así que el mayor crítico sea uno mismo.

En tus poemas abundan las repeticiones, ¿crees que es tu marca personal? ¿Qué es lo que caracteriza tus poemas?

Sí que es cierto que recurro mucho a utilizar el paralelismo, aunque creo que formalmente lo que caracteriza a mis poemas es la imagen, en la plasticidad, en lo que una imagen es capaz de transmitir, más que el mero hecho de el ritmo o repetición […]

En el poema Bornova hablas de las distintas connotaciones de un mismo nombre, ¿cómo crees influye la subjetividad de las personas en la misma realidad?

Eso habría que preguntárselo a cada uno, aunque creo que la realidad se puede alterar o cambiar, e incluso crear una realidad totalmente diferente, por eso yo reitero en no explicar un poema, para que cada lector tenga su lectura personal, aunque no sea lo que el poeta quisiera transmitir […]

Tal y como ocurre en La Divina Comedia ¿piensas que hay que bajar a los infiernos, o a lo oscuro para alcanzar la verdad, como tú expresas en Jardines del infierno o Jardines del silencio?

Yo pienso que por lo menos habría que hacer un recorrido de aprendizaje, para luego poder realmente escribir con coherencia u honestidad, ya que la escritura es compleja, uno debe ser honesto en lo que escribe […] el lector, debe saber que lo que se le entrega es algo bien construido y hecho desde la más profunda sinceridad del poeta